La vivienda vacacional se ha convertido en los últimos años, no exenta de polémica, en una de las opciones de alojamiento para turistas y canarios que pasan en las islas unos días de desconexión. De hecho, actualmente hay 10.000 más que en 2019.
En la época prepandemia ya eran notables, pero tras la COVID-19 y el confinamiento no solo ha aumentado su número, sino sus plazas, la estancia media o el precio. Según un análisis realizado por el Instituto Canario de Estadística (Istac) sobre las viviendas vacacionales, plazas, tasas de ocupación, estancia media e ingresos en las islas, estos alojamientos dejaron en el Archipiélago en el mes de mayo más de 64 millones de euros, donde hubo disponibilidad de 44.613 viviendas y 38.913 reservadas. Además, la estancia media fue de 4,05 días.