Este domingo miles de personas han salido a las calles de 15 ciudades europeas, como Barcelona, Ibiza, Granada, Bilbao, San Sebastián, Lisboa o Marsella, para protestar contra el modelo económico que “prioriza al turista al bienestar de la población”. Así lo han explicado sus organizadores, que exigen un decrecimiento en este sector por las consecuencias que tiene no solo para el territorio, donde se explotan los recursos naturales, sino también para la población residente, que se ve relegada a un segundo plano, cuando no expulsada, para dar todo el protagonismo a los visitantes.
