Ya se ha denunciado en numerosas ocasiones que la ruta canaria es la más mortífera para los migrantes de las que existen en la frontera occidental euroafricana. Pero en estos cinco primero meses del año, las cifras se disparan, pese a que ha habido un invierno por medio y suele aminorar el trasiego por la mala mar.
Un total de 4.808 migrantes que intentaron llegar a Canarias en pateras o cayucos perdieron la vida de enero a mayo, o lo que es lo mismo, casi 32 muertes al día o una cada 45 minutos.